miércoles, 13 de abril de 2016

Las Caracterïsticas de la Guerra Fría



LAS CARACTERÍSTICAS DE LA GUERRA FRÍA”

“Al concluir la Segunda Guerra Mundial, la humanidad estuvo marcada por el enfrentamiento político, ideológico, económico, militar y científico entre EE. UU, y la URSS, potencias consolidadas después de la guerra y que lideraban el bloque Occidental que lo integraban en Europa: Francia, Gran Bretaña, Italia y Alemania Occidental; las Colonias: Australia, Canadá y Nueva Zelanda; y en Asia Oriental: Corea del Sur, Japón y Taiwán; y el Bloque Oriental que lo integraban en Europa Oriental: Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia, Hungría y Albania, Alemania Oriental; en Asia: Mongolia y Vietnam; y en América: Cuba. Los países vencedores fueron agrupándose rápidamente en estos bloques, mientras que los países más o menos destruidos por la guerra y ante la inseguridad del futuro, se fueron alineando en torno a ellos. Francia y Gran Bretaña habían perdido su hegemonía como potencias a consecuencia de la guerra.  

EE.UU. era partidario del régimen democrático y su economía era de tipo capitalista. Mientras que la URSS era partidario del régimen totalitarismo y su economía era del tipo el socialista comunista. El objetivo de ambas potencias era lograr la hegemonía del mundo y se enfrascaron en una carrera armamentista sin precedentes, amenazándose, en más de una ocasión, con la destrucción atómica. 

EE.UU. buscó detener el avance del comunismo en el mundo a través de la DOCTRINA TRUMAN o “Política de Contención”. Para ello, económicamente implementó el PLAN MARSHALL, que consistía en la ayuda económica a los países de Europa Occidental anticomunistas, afectados por la guerra, para su resurgimiento. Por otra parte, la URSS, como potencia, buscó difundir y establecer el comunismo por el mundo, para ello, implementando el PLAN MOLOTOV que consistía en tratados comerciales con sus aliados y para su resurgimiento se creó el COMECOM (Consejo de Ayuda Económica) y así evitar el aislamiento económico en el mundo. Militarmente, las naciones occidentales se agruparon en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), mientras que las naciones del bloque comunista se agruparon a través del Tratado de Varsovia. En el aspecto del avance de la ciencia y la tecnología, las dos potencias invirtieron ingentes cantidades de dinero en su desarrollo, especialmente en la denominada “Guerra Especial” y en inventos como: el transitor, las centrales nucleares, el submarino nuclear, el satélite, etc., etc.

Varios aspectos fundamentales caracterizaron el período de la Guerra Fría: las grandes tensiones entre los bloques, la carrera armamentista, el llamado equilibrio del terror y los conflictos localizados.
La lucha por la hegemonía mundial entre las superpotencias produjo un estado de tensión permanente, que frecuentemente puso en duda la posibilidad de mantener la paz y la estabilidad internacionales. Los conflictos europeos y del resto del mundo, rápidamente polarizaban, sin poder quedar al margen de la lucha planteada entre los bloques. El alineamiento de las superpotencias en cada uno de los bandos enfrentados auguraba un estallido bélico de dimensiones planetarias.
La carrera armamentista fue otro aspecto dominante. Se trataba de tener siempre el arma más efectiva, más sofisticada y perfeccionada, con la seguridad de que cualquier ventaja en ese terreno sería fácilmente recuperable por el enemigo.

Al mismo tiempo se procuró cimentar la superioridad de las superpotencias sobre los demás países, arrastrándolos en la misma carrera. El armamentismo, además, constituyó un medio para instrumentar la dominación político-militar sobre países menos desarrollados.  Las armas nucleares fueron una parte fundamental de este arsenal; desde el descubrimiento de la bomba atómica y su experimentación en la Segunda Guerra no cesaron de investigar y buscar nuevas aplicaciones. En 1949 la URSS consiguió producir su primera bomba atómica. A partir de entonces la competencia y superación fueron constantes: se diseñaron submarinos y cohetes atómicos, y misiles de largo alcance capaces de atacar de un continente a otro, dotados de cabezas atómicas. Por muchos años los movimientos pacifistas y anti armamentistas denunciaron y trataron de enfrentar esta andanada, pero sus resultados fueron poco eficaces. El creciente y temible poderío de ambas potencias generó un equilibro que algunos investigadores denominaron “del terror”, dado que se apoyó en el armamentismo y en un posible conflicto de carácter mundial.

La necesidad de contención del adversario, así como el orden interno entre los bloques, hizo que ningún conflicto local, por más lejano que fuera, escapara al interés e intervención de las superpotencias. Esto condujo a la continua aparición de zonas de tensión (como Berlín, Corea, etc.) donde los bloques midieron sus fuerzas, dispuestos a reconstruir  el statu quo pero evitando un enfrentamiento directo.

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